LA TECNOBUROCRACIA GOBIERNA CON PECHO FRÍO
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OPINIÓN | Óscar Butteler desenmascara a los verdaderos funcionarios que dirigen el Perú
El gobierno silencioso
Por Óscar Butteler
A muchos les preocupa quién va a ser el
próximo Presidente, pues ven con temor que presente las incoherencias
que se aprecian en la conformación de las planchas y en las listas
parlamentarias, en donde concurren perro, pericote y gato bajo el lema
“salvo la curul, todo es ilusión”. Sin embargo, y desde esa
perspectiva, no creo que haya mucho de qué preocuparse, pues en
realidad quien maneja el país no es un partido, sino un conjunto de
anónimos y diligentes funcionarios que le han puesto tan bien la hoja
de ruta al Estado, que hasta Forrest Gump podría hacer un gobierno aceptable.
Y es que, desde principios de siglo, el país ha sido dirigido por una tecnoburocracia:
un grupo de técnicos que vienen desde la administración Toledo (e
incluso antes) ocupando puestos de decisión o influencia en los
principales ministerios (consultores, asesores, directores, ministros)
al amparo del proceso de modernización del Estado dirigido por la PCM y el MEF e inspirada en el Banco Mundial
y otros organismos, que se han ocupado en formar cuadros técnicos para
ser insertados en la administración pública para que sus agendas se
cumplan.
Esto hace
que el Estado produzca políticas que tanto el Presidente como el
Congreso aceptan y aprueban por su falta de entendimiento y manejo de
los temas públicos, porque, con en el afán de “despolitizar”
las políticas de estado, son los técnicos los que las proponen, y si no
se las aprueban, buscan la manera de imponerlas (recordemos cuántas
veces el MEF se ha impuesto al Congreso).
Pero la
tecnoburocracia tiene el pecho frío y se pierde entre sus indicadores y
el traslado mecánico de sistemas y programas que no necesariamente
facilitan las cosas a los ciudadanos o mejoran su calidad de vida. La
tecnoburocracia no necesariamente entiende ni interpreta la necesidad
de la gente, cosa que deben hacer los políticos. Los políticos deben
interpretar y representar los intereses de las mayorías. No es bueno dejar todo en manos de técnicos; la política es necesaria aunque nuestros políticos sean mayoritariamente analfabetos funcionales. Por eso hay que escogerlos mejor para superar las limitaciones de nuestra tecnoburocracia.
Publicado en la web Ong Ala Sin Componenda el 06.01.2016